Este año es un buen momento para buscar esos paseos relajantes, menos masificados, más familiares pero ¿por qué no?, ¡con encanto!.
Os cuento esta escapada que hicimos este fin de semana de verano a algunos pueblos de Soria muy cerca de Madrid y que nos hizo volver renovados a casa.
Primero contaros que por el camino no dejamos de ver campos de girasoles en su mayor esplendor, lo cual hizo que todas las rutas que cogíamos fueran más agradables y con unas vistas muy bonitas. No pudimos contenernos y paramos en algún campo a hacer fotos.
Burgo de Osma – Ciudad de Osma
La primera parada fue Burgo de Osma, declarada villa de interés turístico pues su historia esconde el pasado de la antigua ciudad Uxama, uno de los principales núcleos urbanos en la época romana. Una ciudad para recorrerla andando, empezado por el hotel Castilla Termal Burgo de Osma ubicado en el emblemático edificio del s. XVI, antigua Universidad de Santa Catalina. Entramos, tomamos algo y disfrutamos la mezcla de estilos que alberga el edificio.
Aunque no disfrutamos de su circuito termal, es un sitio que tengo en mi ‘bucketlist’ para alguna escapada relajante.
Seguimos caminando por su calle Mayor y visitamos la plaza de España con su edificio de la Casa Consistorial y seguimos hasta la Catedral. Lo primero que nos sorprende es la monumentalidad y luego no podemos perdernos la portada principal de estilo gótico clásico y la imponente torre barroca.
Toca comer y nosotros lo hicimos en el restaurante Casa Marcelino, donde comimos la típica gastronomía soriana y probamos los torreznos de Soria, que son un ‘must have’ en cualquier viaje a esta zona de Castilla.
Calatañazor
Luego cogemos el coche y vamos a Calatañazor (menos de media hora de camino), un pueblo famoso por la batalla de Almanzor, donde se dice que este caudillo musulmán perdió la batalla y estas tierras fueron devueltas al reino de Castilla.
Al margen de esta historia, Calatañazor es un pueblo muy bonito y desde la torre de las ruinas del castillo se puede contemplar el «Valle de la Sangre”, que según cuenta la leyenda, fue testigo de la amarga derrota de este caudillo musulmán por las tropas castellanas al mando del conde de Castilla Sancho García en el año 1002.
Aquí también hay unos cuantos restaurantes para disfrutar de la deliciosa gastronomía castellana aunque en nuestro caso disfrutamos de una terraza.
Aunque en este viaje no lo hicimos, os recomiendo visitar el Monumento Natural La Fuentona de Muriel, cuyo origen sigue siendo un misterio puesto que nunca se ha llegado al fondo. Al parecer hay una serie de grutas de origen kárstico debajo de esa agua de color tan llamativo. Para llegar allí disponéis de un aparcamiento y sólo tenéis que andar un par de minutos para disfrutar de este regalo de la naturaleza.
Playa Pita
No sabía yo que Soria tenía playa, pero sí, la tiene, es el Embalse de la Cuerda del Pozo, que ha sido acondicionado con arena en la orilla y permite hacer actividades acuáticas como kayak, padelsurf e incluso alquilar barcas de pedales para los niños.
El atardecer es muy bonito desde aquí en una tarde de verano. El baño está permitido y el agua no está fría al menos en verano.
Molinos de Duero
Llegamos al pueblo donde nos hospedamos, un pueblo muy bonito, muy tranquilo y aunque turísticamente no tiene mayores monumentos, si que fue un acierto alojarnos en la Posada Real De la Mesta. Es una casona típica, con habitaciones espaciosas, incluso nos tocó una con balcón y vistas al pueblo y a la Sierra de Urbión. La posada cuenta con terraza para comer, tiene una decoración rústica muy bonita e incluso nos divertimos jugando ‘pool’ en su salón de juegos.
Una ruta para hacer desde Molinos de Duero es la visita a la Laguna Negra de Soria. A sólo 30 minutos en coche se llega al aparcamiento desde donde se puede empezar la excursión hacia la laguna.
Vinuesa
Otro pueblo bonito para recorrer andando, perderse en sus calles y disfrutar de su gastronomía. Si bien he de decir aunque dimos una vuelta por el pueblo, acabamos visitando VinuesAventura un parque acrobático forestal para adultos y niños. Construido entre altos pinares, es un lugar precioso para relajarse y aprovechar de lanzarse de alguna tirolina. Hay varios circuitos con distintos niveles de dificultad. Os he dejado el enlace por si queréis echarle un vistazo.
Valdelavilla
Lo mismo el nombre no te dice nada, pero si te digo que es ‘Peñafría‘ de la serie ‘El Pueblo‘, ¿ahora?. Bueno, si aún no te dice nada, igual merece la pena visitarla, es una villa de cuento, despoblada desde los años 60, pero que fue reconstruida y aunque ahora no vive nadie, es centro de turismo actualmente.
Construida de piedra en su totalidad, compuesta por 12 casas rurales e incrustada en el centro de un valle que la hace tener un clima particular, rodeada de verde y donde se puede respirar aire completamente limpio, sin dudas, un pueblo para reencontrarse en las Tierras altas de Soria.
Os dejo este enlace con fotos sobre la villa y con información sobre la misma.
También os recomiendo que miréis la ruta de las huellas de dinosaurio que hay por la zona. Pues antes y después de llegar a Valdelavilla podéis pasar por un par de pueblos donde hay icnitas, así como representaciones de gran tamaño de algunos dinosaurios. Pinchar aquí para más información sobre esta ruta.