Con este post me propongo contarte mi experiencia en el país asiático, pero sé que aunque no es el propósito de esta entrada, te sentirás atraído por las bellezas naturales, por la cultura, por la comida, por la calidez de su gente y por sus templos, simplemente porque es difícil resistirse al encanto de Tailandia.
Tailandia o Prathet Thai, país de gente libre, tierra de los Thai, lugar donde sus tres pilares: budismo, monarquía y nación, marcan la forma de vida de gente alegre, amable, hospitalaria, que viven rodeados de un entorno natural hermoso y de edificios de gran belleza. Un país que conserva intacta su esencia, ya que se resistió a ser dominado por los ingleses y por los franceses. Hoy en día gracias a la labor de sus reyes, se ha industrializado y ahora ofrece al turismo una gran cantidad de opciones para disfrutar de forma segura del país, de punta a punta.
Mi experiencia se limita a Bangkok y Phuket, pero podrías ampliar tu viaje recorriendo el norte del país: Chiang Mai y Chiang Rai, o incluso, visitando Camboya y Malasia, países fronterizos.
Lo primero es comprar los vuelos, hay muchas ofertas y muchas aerolíneas que vuelan a Tailandia desde España, en nuestro caso hemos cogido el vuelo por Qatar Airways, con escala en Doha, os lo aconsejo porque sino tenéis que hacer 12 horas en avión. El billete comprándolo 4 meses antes lo podéis conseguir por 400€.
Para la reserva de hoteles podréis conseguir muy buenos precios ya que la moneda (bath) tiene mucho menos valor que el euro. Si os podéis permitiros pagar un buen hotel, hacedlo, disfrutaréis de muy buenas instalaciones y a muy buen precio. En nuestro caso nos alojamos en el Amari Watergate Bangkok y en Phuket en Mövenpick Karon Beach Resort and Spa, y ninguno de los dos nos defraudaron.
La ubicación del Amari Watergate es perfecta, rodeada de todos los servicios pero retirada del caos del centro de Bangkok y muy cerca de los rascacielos donde podréis apreciar preciosas vistas de la ciudad. Debo decir que el Mövenpick es un hotel (con sello Suizo) precioso, ambientado en un bosque, con espacios para los niños y relajación para los adultos. Está ubicado en Karon Beach y la calidad del servicio es excelente.
Día 1: Conociendo el Wat Pho, el Wat Arun y el Wat Phra Kaew
Wat significa un conjunto de edificios en un recinto cerrado. Hay alrededor de 30.000 wats en Tailandia. Los wats cuyos nombres empiezan por Rat, Racha o Maha han sido fundados por la casa real y contienen objetos de gran devoción. Para poder entender mejor la historia y la arquitectura de los templos, viene bien conocer las distintas dinastías que han existido en Tailandia. Ahora mismo reina la dinastía Chakri, fundada después de la caída del reino de Ayuthaya y la mayoría de los templos que podréis ver en Bangkok tienen estilo Ayuthaya.
El Wat Pho, es el templo del Buda reclinado, fundado por Rama I en el siglo XVII. Durante el reinado de Rama III se hizo una importante remodelación que demoró 16 años – El llamar ‘Rama’ a sus reyes, viene del Ramakien, es un escrito épico derivado de su homónimo hindú, el Ramayana, donde Rama es el protagonista principal, el ideal de rey y lucha contra el mal representado por el rey demonio Tosakan- y en él funciona desde 1955 la Escuela de Medicina Tradicional Tailandesa y Escuela de Masajes, la primera escuela de medicina tailandesa aprobada por el Ministerio de Educación.
La imagen del Buda reclinado recubierta en pan de oro, tiene 46 metros de largo y 15 de alto, es la más grande de Tailandia. La estatua está construida en ladrillo y estuco, laqueada y bañada en oro.
Las llamativas imágenes de nácar en las plantas de los pies del Buda reclinado, representan los 108 lakshanas, augurios del auténtico Buda.
En Wat Pho también podréis ver el la imagen de bronce de Buda meditando, salvada de Ayuthaya por el hermano de Rama I y hay escenas del Ramakien talladas en la base y puertas interiores.
Para llegar al Wat Arun, salimos del Wat Pho por cualquier salida y buscamos el río, para poder tomar un barco que nos cruce el río Chao Phraya. Los barcos que cruzan el río salen cada 5/10 minutos y cuestan unos 3,5 bath por persona.
El Wat Arun, que debe su nombre a ‘Aruna’, el dios indio del alba. Fue creado para albergar al Buda Esmeralda (que ahora se encuentra en el Wat Phra Kaew) y tiene arquitectura estilo jemer, y es único en Tailandia. El paseo para llegar al templo es muy bonito, os encontraréis varios templos con jardines y las típicas esculturas con imágenes del Ramakien, identidad Thailandesa.
Su pagoda principal mide 77 metros y la decoración del templo está hecha mediante el uso de conchas marinas y de trozos de porcelana que habían servido anteriormente como lastre para los barcos que viajaban a Bangkok desde China.
Una vez finalizada la visita al Wat Arun cogemos el barco de vuelta al otro lado de la ciudad para visitar el Wat Phra Kaew y el Palacio Real. Este recorrido de los tres conjuntos podéis hacerlo en otro orden, por ejemplo, primero el Wat Phra Kaew y el Palacio Real, luego el Wat Pho y por último el Wat Arun.
Casi todos los lugares turísticos cierran a las 20h menos el Palacio Real cuya última admisión es a las
15:30h.
El Wat Phra Kaew es un lugar que os impresionará, mezcla de templos de diferentes estilos: Ayuthaya, Sri Lanka y Camboyano. El edificio más importante del recinto es el que aloja al Buda Esmeralda (en realidad es un buda realizado sobre una pieza de jade). Está ubicado sobre un alto retablo. No se permite a nadie acercarse al Buda de Esmeralda, excepto al Rey. Ataviado con un manto que se cambia durante un ritual (presidido por el rey) tres veces al año (verano, invierno y temporada de lluvias) con el objeto de traer fortuna para el país durante cada temporada. Esta figura es el protector sagrado del pueblo tailandés y dicen que al que la visita le traerá buena suerte y hará sus deseos realidad (¡que así sea!).
Y después de este recorrido nos volvemos al hotel pero … ¿cómo lo hacemos? pues en tuk tuk!! Hay que probar lo que se siente recorrer las colapsadas calles de Bangkok a toda velocidad, con esa adrenalina que te produce ir en sentido contrario con coches que pasan por un lado y por el otro y tu en una ‘cuasi’ moto sin cinturón de seguridad ni protección alguna.
La regla de oro para coger un tuk tuk es el regateo, no puedes e incluso no debes, aceptar la tarifa que te den en un principio. Seguramente podréis conseguir mejores precios que yo (no se me da muy bien el regateo) pero por un trayecto del hotel al centro (unos 20-25 minutos) solía pagar 250 bath (7 euros).
Y las siguientes reglas para ir en tuk tuk os las dejo en fotos, tomadas en algunos de estos medios de
transportes tailandeses. No digo más 😉
Llega la hora de cenar y os propongo un restaurante que tanto por lo bonito del lugar como por lo bueno de la comida, merece visitarlo. Once upon a time (Phetchaburi Rd), que aunque el nombre no es muy tailandés, os aseguro que la comida (asiática y tailandesa) está muy buena y es un lugar para relajarse y disfrutar de la naturaleza en mitad de la ciudad.
Y si te estas preguntando qué platos típicos tailandeses podrías comer que no sean demasiado condimentados, te voy a dar un par de sugerencias: Phad Priew Wan (pollo o cerdo con salsa dulce con piña, cebolla, ajo frito, anacardos, verduras servidos con el típico arroz jazmín tailandés) o Nam Man Hoi (pollo o cerdo frito en wok con cebollas, salsa de cebolla servido con arroz jasmín).
Día 2: Visita a las ruinas del antiguo reino de Ayuthaya
Esta visita me parece obligatoria dentro del viaje a Tailandia, la podéis hacer por vuestra cuenta o en una excursión. Nosotros cogimos una excursión desde el hotel para mayor comodidad, además, conviene que alguien os vaya contando lo que vais viendo, ya que son ruinas y tiene mucha historia.
Si lo hacéis por vuestra cuenta, podéis ir en tren o coger un taxi desde Bangkok que por 2000 bath os puede llevar y traer de Ayuthaya.
Ayuthaya, ubicada a unos 80 kms de Bangkok, fue un reino de Tailandia que existió de 1351 a 1767. Su capital, fundada por el rey Ramathibodi I en 1350, absorbió en 1376 a Sukhothai (600 km al norte). Durante los siguientes cuatro siglos, el reino se expandió para convertirse en la nación de Siam.
Ayuthaya se mantuvo como capital durante más de 400 años, pero en 1767 la ciudad fue arrasada por el ejército birmano tras dos años de asedio. Los ejércitos birmanos lo arrasaron y quemaron casi todo durante la histórica invasión de 1767. Por fortuna, en nuestros días aún se conservan las ruinas de varios templos y palacios de la época gracias a las tareas de reconstrucción y preservación.
Wat Yai Chai Mongkhon
El chedi de este wat es uno de los más grande de Ayuthaya, construido por el rey Naresuan (1590 – 1605) para celebrar su victoria sobre los Birmanos.
También podréis ver un wihan en ruinas que aloja un gran Buda Reclinado.
Wat Maha That
El Wat Maha That fue otro de los grandes templos del Reino de Ayuthaya por su proximidad al Gran Palacio (destruido por completo) y por albergar reliquias sagradas de Buda.
Sin embargo, el Wat Maha That es el templo más visitado de Ayuthaya porque alberga una curiosa cabeza de Buda entre las ramas de un árbol. Dicen algunos que las raíces rodearon la cabeza de Buda en los años de abandono. Otros comentan que un ladrón la pudo esconder allí para volver algún día a por ella y que nunca pudo recuperarla. Sea como fuera, esta imagen de Buda congrega a cientos de turistas deseosos de admirar semejante rareza.
Wat Chaiwatthanaram
Templo creado utilizando el estilo Khmer es mucho más nuevo que el resto (1630), y además está mejor conservador que el resto. Está más alejado del resto pero más cerca de Bangkok. Se compone de una pagoda principal en el centro que mide alrededor de 35 metros y tiene cuatro pagodas más pequeñas en las esquinas.
La mayoría de las pagodas contenían imágenes con la vida de Buda pero con el asedio por parte de los Birmanos, todo esto se ha perdido y sólo quedan las estructuras de ladrillo.
Wat Lokaya Sutha
El templo de Lokaya Sutha no fue tan relevante ni sus ruinas (apenas distinguibles) son demasiado espectaculares, pero es famoso gracias a su gigantesca imagen de Buda Reclinado, de 42m de largo y 8m de alto.
En Ayuthaya podéis aprovechar para dar un paseo en elefante, será una experiencia única, ir andando por semejantes ruinas encima de un elefante, y aún más, cruzar la calle en elefante mientras los coches se detienen para que este gigante pase por el paso de cebra.
También es la oportunidad perfecta para dejaros abrazar por estos hermosos personajes
Volvemos a Bangkok y por la noche nos disponemos a ir al Baiyoke Sky Hotel Rooftop Bar para ver las vistas más espectaculares de la ciudad de noche. La entrada son 400 bath e incluye una copa, pero merece pagarlo por esas bonitas vistas.
Día 3: Visita al mercado flotante Damnoen Saduak y algo más
Hay varios mercados flotantes cerca de Bangkok, pero el más famoso o el mas visitado por los turistas es el de Damnoen Saduak a 100 kms de Bangkok.
Es muy curioso ver y comprar ropa, comida, especias, frutas, artesania, souvenirs, de una barca a otra.
Podeis ir al mercado en autobús, en un taxi desde Bangkok, en una excursión de un día combinándola con alguna otra visita o una excursión de medio día, está última fue la opción que escogimos.
El mercado fue construido por Rama IV de 1866 a 1868 para facilitar los viajes por barco entre las provincias Ratchaburi y Samutsakhon. Además de tener el propósito de navegación a través de los canales, permite llevar agua a los agricultores de la zona para sus siembras.
Y aquí mi opinión personal, el mercado flotante además de gustarme por ser diferente, me ha gustado el contraste de colores, la diversidad de productos, la sencillez de la gente que está alli, la sensación de estar en el mismo mercado donde hace 150 años se compraba allí de la misma forma.
Y ahora os dejo con algunas fotos hechas con mi móvil.
Volvemos a Bangkok y podéis aprovechar de visitar el Wat Intharawihan con su Buda dorado de 32 metros de altura y disfrutar de un templo con muy pocos turistas.
Luego os podéis ir a dar un paseo por la calle típica de Bangkok, Khaosan Road, donde podréis comer o comprar algo típico. Y si eres de los que te gusta comer bichos, pues es tu oportunidad para probarlos!
Y así finaliza nuestro viaje por esta cuidad que a pesar de su caos y del ‘traffic jam’ no te deja indiferente, te envuelve con sus preciosos Wats, te enseña que para los tailandeses hay dos valores muy importantes y presentes en su vida: el budismo y la monarquía.
Ahora os dejo con mi próximo post sobre Phuket y un post especial para aclarar algunas dudas que te puedan surgir cuando estés preparando tu viaje a Tailandia, ese país que quieres descubrir.